Como vimos anteriormente, los mandatos sobre la masculinidad distribuyen de manera desigual las distintas dimensiones y tareas del cuidado.
Uno de los mandatos que mayor peso tiene sobre la idea de la paternidad es el vinculado al padre como el proveedor de la familia, el que debe garantizar que no “falte nada”. Es frecuente que esa garantía se reduzca, en el mejor de los casos, a que no falte nada a nivel material. El mandato de ser proveedor, en la práctica, supone que los varones, generalmente, cuenten con menos posibilidades de estar presentes en la crianza de sus hijos/as.
Reflexioná sobre tu experiencia seleccionando en cada caso la opción que corresponda. En caso de que no seas madre/padre, podés responder teniendo en cuenta tu experiencia como hijo/a:
Dependiendo del predominio de color que veas en la pantalla, podrás reflexionar sobre el grado de presencia paterna ejercido en tu vida a partir de actividades habituales de cuidado.
Los grados de presencia y responsabilidad en los que se ejerce la paternidad no sólo impactan en la pareja, sino que, por supuesto, lo hacen también en los/as hijos/as.
Cliqueá en cada uno para saber más sobre los beneficios de una paternidad activa.